lunes, 5 de julio de 2010
Enzo FRANCESCOLI
Delantero y enganche. Nació el 12/11/1961 en Montevideo, Uruguay.
El Príncipe. Ídolo entre los ídolos de River, es un símbolo. Uno de los momentos que sintetizan su estatura lo protagonizó el 8/2/1986, en Mar del Plata, cuando con una chilena hermosa bajó la cortina de un épico 5-4 sobre Polonia. Esa noche metió tres goles y se convirtió definitivamente en el Príncipe.
En 1983, tras largas negociaciones entre los dirigentes del Wanderers uruguayo (cuyos socios resistían la venta) y el presidente de River, Rafael Aragón Cabrera, Enzo fue transferido al club en 370.000 dólares. Sin embargo, no tuvo un comienzo feliz. El club estaba caído económica y futbolísticamente y tuvo la gran responsabilidad de reemplazar a Alonso, uno de los que lo recomendaron. Además, el DT Cubilla lo ponía como volante por derecha, puesto en el que no justificaba sus antecedentes. Y hasta le costaba adaptarse al ritmo de Buenos Aires. A pesar de esto, El Príncipe, como lo bautizó el relator uruguayo Víctor Hugo Morales, comenzó a cautivar a los simpatizantes. Fue el máximo goleador del Metro 84 y condujo al equipo a la final del Nacional. Un año después, recibió el Olimpia de Plata (volvería a ganarlo en 1995) y el Balón de Oro. Pero faltaba lo mejor para meterse en el bolsillo a la gente. En la temporada 85-86 fue nuevamente el goleador (con 25 gritos) y River se consagró campeón.
En aquella primera etapa dejó su fina estampa grabada en el hincha, aunque no pudo disfrutar de lo que siguió: la Libertadores y la Intercontinental. Fue vendido al Matra Racing de París (Francia) en casi dos millones y medio de dólares. Medido a la hora de efectuar declaraciones, Enzo siempre fue respetado por las hinchadas rivales y su excelente imagen le sirvió para encabezar diferentes campañas solidarias. En 1994 volvió al club tras su paso por Francia e Italia. Y no tardó en levantar de nuevo a la gente. En el Apertura 94 fue el líder del campeón invicto y goleador del torneo con 12 tantos. Entre sus grandes momentos quedó el 3-0 a Boca en la Bombonera, donde convirtió de penal el primer gol. En 1996 cumplió el sueño que había dejado pendiente: la Copa Libertadores, con Ramón Díaz como entrenador. Ya sobre el final de su carrera, fue parte del tricampeonato (Apertura 96-Clausura 97-Apertura 97) en un River brillante, que ganaba y daba espectáculos. Cuentan que la noche de la derrota por la Intercontinental con la Juventus, en Tokio, Enzo lloró y empezó a meditar la decisión que tomaría un año después: el retiro. Lo concretó en febrero de 1998, y el 1/8/1999, con el estadio Monumental lleno, se jugó su partido despedida, contra Peñarol.
Se convirtió en comentarista para la televisión (en el ciclo "El equipo de Primera" y en transmisiones de partidos). Como empresario (con Paco Casal y Nelson Gutiérrez) fundó la empresa Tenfield, que obtuvo los derechos por diez años para televisar el fútbol en el Uruguay. En el 2002, Enzo asumió como asesor deportivo de River hasta que a mediados de año decidió irse a vivir a Miami.
El Príncipe dejó para siempre su huella en el Monumental, pero la Banda también quedó grabada a fuego en su pecho. El mismo Enzo, después de colgar los botines, reconoció su fanatismo por River: "Cuando estoy en el exterior, llamo enseguida para enterarme de cómo salió River. Y cuando miro un superclásico por TV, me pongo muy nervioso, mal". Por eso el estadio se llenó hasta el último rincón el día de su despedida, porque los hinchas sabían que lo iban a extrañar, pero que él siempre estaría junto al Millonario. Por eso vinieron todas las estrellas, hasta el chileno Marcelo Salas, en pleno auge de su carrera europea. Por eso estalló la emoción cuando sus dos pequeños hijos, Marco y Bruno, jugaron unos minutos de aquel partido. Por eso volvió a brillar el césped cuando demostró que su fantasía es eterna en la Fiesta del Centenario y les regaló algunos caños y taquitos a la tribuna.
Dejó una marca muy fuerte entre la gente. La veneración que despertó se vio reflejada ante la aparición de cada nuevo ídolo. Todos se morían por hacer una nota con él. Hoy y siempre, el gran Enzo.
Trayectoria
1978—1982 Montevideo Wanderers (Uruguay)
1983—1986 River Plate (Argentina)
1986—1989 Racing Club de París (Francia)
1989—1990 Olympique de Marsella (Francia)
1990—1993 Cagliari (Italia)
1993—1994 Torino (Italia)
1994—1997 River Plate (Argentina)
1983-1995 Selección Uruguaya Mayor
Números en River
237 Partidos jugados
198 Partidos locales
39 Partidos internacionales
136 Goles
115 Locales
21 Internacionales
7 Títulos (85-86, Apertura 94, Libertadores 96, Apertura 96, Clausura 97, Supercopa 97 y Apertura 97)
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